
martes, 28 de septiembre de 2010
miércoles, 22 de septiembre de 2010
jueves, 16 de septiembre de 2010
martes, 24 de agosto de 2010
sábado, 7 de agosto de 2010
Pruebas con la wacon bamboo
viernes, 6 de agosto de 2010
Cuadro para Xenia III

Una vez secada la primera capa de blanco empecé a dibujar y pintar . El resultado final es este que veis.
Conseguí acabarlo todo en una sola sesión, por la noche, de madrugada y me sentí bien (vale que el tono cobrizo de la figura no era el que yo quería, y que nunca consguiré una textura de pelo guai... pero bueno, nadie es perfecto)
Cuadro para Xenia II


Cuadro para Xenia I

Finalmente di con esta ilustración, que me pareció más realista (sin serlo del todo) y me daba para intentar hacer lo que tenia en mente. Deje pasar el tiempo.
Unas tres semanas antes de la entrega empecé a pintar encima de una madera bastante grande (por lo menos más grande de lo que yo nunca había pintado). Al principio parecía que avanzaba bien, pero segun fui definiendo la figura empecé a preocuparme de verdad. Una vez di la primera capa a la cara el desastre era ya irreversible. Llame a Sergi (infinitamente más experto y talentoso que yo) con la falsa esperanza que dos pinceladas suyas obraran el milagro. No fue así...
martes, 20 de julio de 2010
Roberth McCloud y Lizzy

El viejo pastor tenía cada vez más claro que se había vuelto loco. Tropezó con un saliente de la pared, lo que le hizo caer rodando por el suelo y perder por completo la orientación. Mientras se mantuvo en pie, caminando despacio con los ojos cerrados para que la oscuridad no le volviera loco, pudo seguir adelante, alentado por la seguridad que le daba saber que sólo tenía que deshacer lo andado para volver a la entrada de la mina. Pero tras la caída, cuando se levantó fue incapaz de encontrar la pared del túnel. Empezó a dar vueltas sobre sí mismo, el pánico se apoderó de él y le venció, le dejó tendido en el suelo pensando en cuánto tiempo tarda en morir un anciano en una mina abandonada. Abrió los ojos y como no podía ver nada volvió a cerrarlos. Respiró hondo para calmar los nervios. Intentó escuchar los latidos de su corazón pero sonaban demasiado lejanos. ¿Así es como se muere un hombre, viendo como el corazón sale corriendo de su cuerpo y se aleja? Mientras concentraba sus energías en obligarle a permanecer dentro de su cuerpo, Lizzy había llegado hasta donde él estaba. La oveja le susurró algo que no pudo entender y se tumbó a su lado. Roberth McCloud lloró de rabia. Lizzy no quería decirle nada. Sólo era un animal perdido que necesitaba un pastor que le guiase. Hacía tres días que Roberth McCloud y Lizzy se habían encontrado en el prado donde pastaba su rebaño. El primero en acercarse a la oveja había sido el perro del pastor. La inesperada reacción de Timmy, que salió corriendo con el rabo entre las piernas y las orejas gachas sin haberle dado siquiera tiempo a olfatearla, extrañó a Roberth McCloud. Cogió su garrota con fuerza y fue hasta donde estaba la oveja. Cuando llegó a su altura, el animal se sentó sobre sus patas traseras y le pidió al pastor que le hablara de su rebaño. Ella había perdido al suyo hacía dos años. Desde entonces había recorrido Escocia buscando un nuevo hogar, pero apenas quedaban rebaños decentes. La industrialización del país había arrastrado a la gente a las minas. Los pocos que aún se mantenían cuidando ganado lo hacían obligados, dando una mala vida a las ovejas que éstas no se merecían. Hacía tres días que le observaba. Se interesó por él cuando se dio cuenta de lo viejo que era. Los viejos eran los únicos que aún respetaban a los animales.
Roberth McCloud pensó que aquel suceso era producto de la mezcla de una ensoñación y de uno de esos momentos de soledad que a veces le llevaban a hablar con las ovejas. Se sentó al lado de Lizzy y juntos contemplaron cómo pastaba el rebaño. Roberth McCloud explicó a Lizzy que su rebaño estaba formado por veinte ovejas.
Hacía quince años que su número permanecía casi inalterable. Los nacimientos y las muertes de las ovejas se producían en un equilibro tan perfecto que eran pocos los días del año en los que el número variaba, bajando a diecinueve o subiendo hasta las veintiuna cabezas. De vez en cuando Roberth McCloud se preguntaba por qué aquel número, por qué veinte ovejas. Por supuesto que le hubiera gustado tener más, pero también le podría haber pasado que se quedara sin ninguna. Los inviernos de la última década habían sido muy duros para el ganado, y aún así no había tenido que lamentar la muerte de ningún animal a causa del frío. Además, que hiciera tanto frío también significaba un aumento de la demanda de lana. Y qué lana daban las ovejas de Roberth
McCloud. Uno de los momentos en los que el pastor disfrutaba más de su rebaño era en el día de la esquila. Cuando estaba a punto de llegar el verano, Roberth McCloud conducía a las ovejas hasta Glendow, una aldea a medio camino entre Glasgow y Edimburgo, donde se instalaba un par de semanas en casa de su único hijo. El resto del año, Roberth McCloud vivía en el campo y sólo se acercaba al pueblo para comprar ropa y comida. La lana de sus ovejas era muy apreciada. De cada animal podía sacar hasta dieciocho kilos de vellón, y sus hebras eran tan onduladas que nunca le faltaban ofertas de las fábricas de hilado que más pagaban por la lana.
En los últimos dos años Roberth McCloud no había asistido a la feria de la esquila. Fue entonces cuando murió su hijo en la mina. Después su nuera vendió la casa y se fue a vivir a Edimburgo. El pastor ya no tenía donde quedarse durante aquellas dos semanas, así que apalabraba la venta con antelación y los compradores iban a buscar la lana a su casa. Dentro de un mes comenzaba la esquila y aún no había conseguido comprador, así que tendría que ir Glendow y alojarse en una pensión.
Lizzy asintió, satisfecha con lo que le había contado. Le preguntó si podía quedarse. Roberth McCloud se encogió de hombros. Podía hacer lo que quisiera y Lizzy quería quedarse. Se mezcló con el rebaño y dejó que el pastor y el perro le guiaran a través del prado hasta el corral de la casa.
Al día siguiente, todas las ovejas de Roberth McCloud, excepto Lizzy, amanecieron muertas y el pastor dio por hecho que ella las había matado. Timmy había desparecido. El viejo entró dentro de la casa y salió con la escopeta de caza. Descargó todos los cartuchos de pólvora que tenía sobre Lizzy, pero ni siquiera le hizo un rasguño. La oveja salió del corral y se adentró en el bosque que separaba el pueblo del inmenso prado donde pastaban las ovejas de Roberth McCloud. El pastor siguió a Lizzy. Cuando llegaron a la entrada de la mina abandonada donde trabajó durante años su hijo, la oveja se detuvo y le dijo a Roberth McCloud que tenían que entrar. El pastor asintió y siguió a la oveja. Sabía que iban a buscar a su hijo. Su cuerpo aún seguía atrapado entre los escombros de uno de los túneles, junto a los de otros veinte compañeros. Las dimensiones del derrumbe habían sido tan grandes que la empresa que explotaba la mina decidió abandonarla.
Cuando la oscuridad se cernió sobre él, primero perdió el rastro de Lizzy y después cualquier motivo para seguir viviendo más allá de aquellos túneles. Roberth McCloud murió en el momento en el que dejó de percibir el último rastro de calor del cuerpo de la oveja, y Lizzy volvió junto a las ovejas que habían quedado huérfanas.
Por Vanessa Rodríguez Casarrubios para "El ataque de los hombres del espacio"
jueves, 6 de mayo de 2010
Manual de aventuras para uso de las jóvenes generaciones

Si a alguién le hiciera especial ilusión tener un ejemplar que avise,intentaré conseguir uno, pero no prometo nada.
El dibujo expuesto es la portada del número y el autor de la misma es Pablo E. Soto
Los autores que participan en la obra son:
Ursula McCorkle
Verónica Tartadeluna
PasiónDeLena
Albert Brullet
Marco Antonio Raya
Oriol de la Hoz
Javier esteban
Yissus Galiana
Fco. Javier Pérez
Sergio Espín
Iván Valle
Raül Sala
Ernesto Rodríguez
Juanma Sincriterio
Pablo E. Soto
sábado, 1 de mayo de 2010
viernes, 23 de abril de 2010
Tampoco era la definitiva
jueves, 22 de abril de 2010
El pasaje donde las cosas quedan: detalle 1
El pasaje donde las cosas quedan: detalle 1 Pruebas



Aquí van unas pocas pruebas que he hecho para la ilustración del relato "El pasaje donde las cosas quedan: detalle 1".
Ha sido toda una aventura, primero por la manía de dejarlo todo para última hora, segundo porque en las últimas semanas no veia un pijo y me he tenido que poner gafas, tercero porque no me enteré de nada y lo hice todo a mi rollo cuando resulta que había un formato pensado y adecuado para la maquetación.
Total, que entre unas cosas y otras al final descarté el barco (está en din- a3 todo sombreado a lápiz... lo suyo costó) pero reutilicé tras entintar, el dibujito de la chica.
jueves, 11 de marzo de 2010
jueves, 4 de marzo de 2010
miércoles, 3 de marzo de 2010
martes, 2 de marzo de 2010
lunes, 1 de marzo de 2010
Primera página del cuento "El hijo del Cronista"
Ilustración para el pasaje donde las cosas quedan: detalle 1 de Kuroi Yume
La Peña de las Galaxias, primero bocetos
jueves, 25 de febrero de 2010
Proyectos, Proyectos y más Proyectos

- "El Ataque de los hombres del espacio" junto con Albert brullet (dibujo), tengo que encargarme de rotular los textos y acabar de maquetar las páginas. Es el Proyecto eterno.
- El cuento de "El hijo del Cronista" del que ya tengo a medias la primera página. No hay prisa.
- Ilustración del relato de Yume Kuroi, para un fanzine. 23 de Abril como fecha límite.
- Dibujar un cómic de dos páginas. Guión de Enrique Blazquez. Un par de semanas (espero).
- Encargo secreto. Pintar un cuadro. Para Junio o Julio.
¡Según vayan saliendo adelante, sereis informados!
miércoles, 24 de febrero de 2010
Mamá, quiero ser dibujante de cómics

Queremos empezar nuestra flamante carrera como dibujante de cómics y hemos comprado todo el material necesario: Tenemos lápices de varios grosores, goma de borrar, sacapuntas, pincel, plumilla, tinta, un par de esos fantasticos pincel/rotulador pentel, un paquete de din-a4, incluso mesa de luz. Nos preparamos y entonces nos asalta la duda, ¿qué es un cómic?.
Si buscamos en un diccionario las palabras Cómic e Historieta la definición será la sigüiente, "serie de dibujos que constituye un relato", "con texto o sin él". La RAE hace una descripción correcta pero incompleta, ya que tomando al pie de la letra dicha definición podriamos decir que parte de la obra del pintor inglés William Hogarth, es un cómic de enormes dimensiones y no creo que a William Hogarth le hiciera mucha gracia ser considerado un dibujante de tebeos. Will Eisner definió la narrativa gráfica como arte secuencial, una definición muy bonita pero un poco abstracta, y Scott McCloud añadio que el cómic era " ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada con el propósito de transmitir información y obtener una respuesta estética del lector". Aún así, en las tres definiciones anteriores se obvia algo que para mi tiene mucha importancia, que es el contenedor y la forma en que se consume. Los cómics se componen de viñetas y una o más páginas, y estan pensados para el consumo masivo del público. No nos engañemos, el medio requiere de gente que lo lea, cuanta más, mejor, y por tanto eso influye en la obra, en la concepción de la misma independientemente del formato (web o papel, por poner dos ejemplos). Un cómic necesita viñetas, ya que son las que marcan el tiempo de la acción, páginas, porque son las que delimitan las escenas en la narrativa del cómic, y que todo el conjunto de la obra sea de reproducción barata y fácil distribución.
Como bien apunta Scott McCloud en "Understanding Comics. The Invisible Art", para hacer tu primera historieta solo necesitas dividir un folio en cuatro partes, crear una secuencia de dibujos (con o sin texto), hacer fotocopias y distribuirla entre tus amigos. ¡Felicidades, ya eres dibujante de cómics!
Scott McCloud vive feliz en Boston (EEUU) a la edad de 50 años. En 2006 publicó su tercer ensayo en forma de historieta llamado Making Comics, creada como una guía para la creación de cómics.
Will Eisner tuvo una importancia decisiva para sacar al cómic de su confinamiento como medio de entretenimiento para niños y adolescentes. En su honor se crearon en 1988 los Premios Will Eisner, entregados anualmente en la Convención Internacional de Cómics de San Diego (California).
William Hogarth murió en londres el 26 de octubre de 1764 a la edad de 67 años. Se le considera pionero de las historietas occidentales. Su obra varía desde el excelente retrato realista a una serie de pinturas al estilo de los cómics llamadas "costumbres morales modernas".
Imagen: Dibujo de Albert Brullet y guión de Raúl Sala
lunes, 22 de febrero de 2010
Meredith

Apagó el ordenador, recogió sus cosas, salió por la puerta y decidió dar un largo paseo hasta llegar a casa.
sábado, 20 de febrero de 2010
viernes, 19 de febrero de 2010
La anticipación manipulada como recurso

miércoles, 17 de febrero de 2010
Soledad

Echaría de menos muchas cosas, sí, como las legumbres y la verdura, las sillas de cáñamo y los lingotes de chocolate, pero nunca agradecería suficiente el silencio y la tranquilidad de la que por fin gozaba.
Cuando muera, dijo, volveré.
domingo, 14 de febrero de 2010
sábado, 13 de febrero de 2010
Visualizar antes del siguiente paso

Visualiza, amigo, visualiza.
Dibujo del Doctor Alexei visualizando un diábolico siguiente paso.
viernes, 12 de febrero de 2010
Esquema del Hijo del cronista

¿Os da algún tipo de pista? Seguro que de cada uno de vosotros, con este esquema y estos personajes y con lo que he escrito en este post, sacaría una historia totalmente diferente.
jueves, 11 de febrero de 2010
Cuando nada sale

Este dibujo no tiene nada que ver con lo anterior, era por poner algo.
Frankestein o el moderno prometeo de Mary Shelley
miércoles, 10 de febrero de 2010
Pruebas de entintado y color

lunes, 8 de febrero de 2010
El hijo del Cronista y más cuentos sobre la luna (parte 2)

Pero entonces llegó "Pinocchio" (La Cúpula), un cómic brutal, de historias entrelazadas, con un hilo argumental alucinante (el pobre pinocchio, un niño robot, que no dice ni mu en todo el relato) con unos personajes oscuros, patéticos, crueles y decadentes, y un final sólido. Vamos, una obra de arte. Claro, te lees algo así y de repente te sorprendes imaginando un montón de aventuras, y lo que iba a ser un sencillo mini cuento de 6 páginas se empieza a complicar, complicar y complicar... y añades personajes, páginas, giros en la historia y al final estás peor que al principio, pero con unas ganas locas de empezar. A ver qué sale.
(Otro personaje. Éste, de momento, sin nombre)
El hijo del Cronista y más cuentos sobre la luna (parte 1)

Hace un par de semanas estaba un poco desesperado. Quería dibujar, pero me daba pereza (mucha) ponerme a escribir nada, tener que hacer el guión (después, claro está, de pensar una historia decentilla), planificar las páginas, los diálogos, los personajes, ponerme a hacer bocetos, etc. No es divertido. Es un curro que pocas veces acaba llegando a buen puerto (lo normal es que antes de acabar el proyecto ya te hayas aburrido y lo acabes olvidando en un cajón). Así pues, decía, en mi desesperación decidí pasar de todo y montar una historia con 6 páginas (como mucho) a un solo dibujo por página y una frase por dibujo que acompañara la acción para dar un idea de lo que pretendía transmitir…
(Primer dibujo del hijo del cronista)
Con el ovni en los talones

Espero que a Albert también le guste.
Alfred HitchcockCon la muerte en los Talones (North by northwest, 1959)
Pentel, Pentel, Pentel

Al principio, la verdad es que no daba un chavo por el cacharro este. Aún así me lo compré, y cuando te acostumbras (sigo practicando), el rotulador/pincel es la mar de práctico. Si es que los japoneses saben lo que hacen.
El precio es un poco abusivo (y no quiero saber lo que valen las recargas) pero si tenéis un amigo con uno y lo probáis, caeréis seguro en la trampa.
domingo, 7 de febrero de 2010
El Ataque de los Hombres del Espacio

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...
Parece que empezamos a ver la luz al final del túnel, y este, por fin, va a ser el año de El ataque de los hombres del espacio. El cómic, con aire de peli de ciencia ficción de serie B de los años 50 (autocine americano en blanco y negro y tal...), narra las aventuras de un astrónomo, su nieta (atractiva e interesante mozalbeta) y un misterioso gangster con máscara de lucha libre, por evitar la invasión de unos extraterrestres con muy mala leche.
Con dibujos de Albert Brullet y guión del que escribe, el proyecto lleva dando vueltas (entre escribir y reescribir guión, empezar a dibujar, olvidarnos de todo, volver a acordarnos que teníamos un cómic entre manos…) por lo menos 4 años (o más). ¿Tanta espera valdrá la pena? Aquí os dejo una de las páginas, juzgad vosotros mismos.
Como empezar un blog...

Escribo...
¿Cómo demonios se empieza un blog? Supongo que teclear la primera letra es un buen comienzo.
¿Qué esperar de este sitio? Bueno, lo iremos descubriendo todos juntos, pero me interesa especialmente ir colgando aquí las ilustraciones o los proyectos que voy (o en algunos casos vamos) creando.
¿Cuentos en la Luna? No se me ha ocurrido nada mejor, y seguramente el nombre sea lo de menos. ¿Empezamos?